Cantar en el aula, frente al grupo, en un acto de valentía inédita, rebasando los límtes típicos de la timidez; cantar "Here comes the sun", con los rudimentos del inglés infantil de un hispanohablante; cantar junto con papá, en la edad de la independencia existencial; una vivencia que hace renacer.
En humilde retribución y, con autorización de "la profe", dos canciones más para el querubín y sus compañeritos: "Barco en el puerto" y "Los pichones". Una mañana feliz, aderezada luego con comilonga y las despedidas al mediodía para irse de vacaciones =)
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1 comentario:
Que bello=)
Porque todo lo que es chico visto de lejos, llega a ser grande de cerca...Küsse
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